La búsqueda de diferentes fuentes de agua, vital para lograr ciudades resilientes
Sevilla, 17 feb (EFE).- Las ciudades deben incrementar su resilencia ante el impacto del cambio climático mediante estrategias de adaptación y búsqueda de fuentes alternativas de agua, ha señalado Josefina Maestu, asesora del secretario de Estado de Medio Ambiente, en el ministerio para la Transición Ecológica.
Búsqueda de diferentes fuentes de agua

Obras del proyecto LIFE Watercool, cofinanciado por la Unión Europea. EFE/Jose Manuel Vidal
Maestu ha participado en el segundo foro ‘El agua en la renovación urbana’ organizado en el marco del proyecto LIFE Watercool (LIFE18 CCA/ES/001122) de adaptación al cambio climático en la avenida de la Cruz Roja de Sevilla y cofinanciado por la Unión Europea, con el objetivo de optimizar la gestión del recurso y junto a la tecnología buscar soluciones para luchar contra las altas temperaturas que se registran en la ciudad en periodos cada vez más largos.
Según Josefina Maestu, el proyecto LIFE Watercool “da una vuelta al tema del agua, su impacto y gestión en las ciudades”, porque actualmente se debe hablar de “ciudades resilientes y es necesario estar preparados ante diferentes impactos del cambio climático”.
Para ello, hay que “adaptarse, anticiparse e identificar los estrés en el sistema del agua”, que “no se ha hecho suficientemente” como con la calidad del agua, la contaminación, el urbanismo -que está produciendo mayor estrés- y por la adaptación al cambio climático”.
Asimismo, ha incidido en que hay que identificar las fuentes del agua y no solo depender de una, y ha recordado como ejemplo que el sistema del Canal de Isabel II construyó “una serie de pozos que no se han utilizado, pero están para momentos de sequía y aumentar la resiliencia del sistema”.
Gestión de pluviales
Maestu ha subrayado la importancia de “la gestión de pluviales, sistemas que son insuficientes y están pendientes de fomentar los aliviaderos, pero que han ayudado a hacer frente a la sequía”.
Igualmente, según la experta, el sistema de depuración en España “es deficiente y está pendiente la construcción de más depuradoras” y se necesitan sistemas de saneamiento descentralizados en las urbes.
Es necesario contemplar la utilización de sistemas urbanos de drenaje y contemplar sus cobeneficios, porque la infiltración de agua en los acuíferos “permitirá la resiliencia” y ayudará a gestionar situaciones inciertas a medio y largo plazo, disminuirá los costes y mejorará el medio ambiente, porque con ellos se retiene más el agua en la ciudad y es posible así trabajar en el tema de las temperaturas.
Ha recordado que en 2018, en París y sus alrededores, se empezó a ayudar a los agricultores que dejaron de utilizar fertilizantes en sus explotaciones para no contaminar el agua, desarrollando oportunidades de mercado para quienes producen alimentos más sanos y que ha sido aceptado por la CE -que inicialmente se oponía-.
Porque “todo lo que sucede alrededor de las ciudades con el agua está relacionado con lo que sucede en el interior de las urbes”.
Urbanismo y agua

Obras en la avenida de la Cruz Roja. EFE/Jose Manuel Vidal
Maestu ha citado un informe de recursos hídricos de 2020 de la Unesco, en el que se recoge la necesidad de implantar en la ciudades programas de urbanismo y agua con miras a largo plazo, y en su repaso a casos de ciudades en otros países con soluciones innovadoras citó la sudafricana Ciudad del Cabo, donde se diversificaron las fuentes, se optimizaron las aguas pluviales y se optó por la recarga de acuíferos, el control de inundaciones.
Además, se implantaron sistemas de financiación y de gobernanza urbana, y en el ciclo integral del agua se planteó incluso la evacuación por la inexistencia de reservas, algo que –recordó Maestu- también se abordó en Sevilla en 1995 tras cuatro años de sequía.
Precisamente la recarga es la clave de otra fórmula, en este caso en Amsterdam, para facilitar la inundación de zonas verdes, incluso en propiedades particulares, “con el fin de que la ciudad no expulse el agua, sino que la retenga”. Esto, dijo Maestu, trae beneficios en cuanto a cantidad del recurso, mejora de temperaturas, y calidad ambiental, definiéndola como “la ciudad esponja, y esto también es economía circular”.
La experta citó el informe mundial de recursos hídricos 2020, de la Unesco, en el que se apuesta por pasar de corto plazo al largo plazo preparándose para todo tipo de incidencias, “no olvidarnos de la sequía, sino que debe estar prevista en nuestra planificación”.
Precisamente, la próxima Conferencia de las Partes de Cambio Climático (COP27) en la lucha contra el cambio climático, el año próximo en Egipto, tendrá como tema central las ciudades.
La asesora del Miteco ha asegurado que las claves son “el urbanismo y la ordenación urbana” como soluciones que palíen la carencia de agua en las ciudades y el entorno, pues también “la contaminación agraria e industrial, en particular donde están las fuentes de ese recurso” generan problemas de cantidad y calidad del recurso.
Resiliencia y diseño de ciudades
La resiliencia debe contemplar el diseño de ciudades más compactas y menos extensivas, según Maestu, porque el consumo de agua en un apartamento es de 80 litros, mientras en una casa adosada puede rondar entre los 250–300 litros.
El jefe del Departamento de Proyectos y Obras Emasesa, Mario Cabello, recordó que la cuenca del Guadalquivir se encuentra en estado de prealerta, y “si no cambia la tendencia en la primavera” la ciudad puede estar avocada a unas restricciones “importantes”.
Cabello también subrayó que otro factor clave es el aumento de las temperaturas, “ lo cual afecta a la salud y a las tareas cotidianas, y eso alterará la economía de la ciudad, como por ejemplo en el caso del turismo”. De ahí que, en su opinión,el proyecto LIFE Watercool es una suma de soluciones que aplica la empresa tanto para la gestión del agua como de convivencia en las calles con la creación de diferentes estancias de confort climático.
El experto citó también iniciativas ya culminadas de rehabilitación sosteniblemente de vías públicas, como la avenida de Kansas City y la de El Greco, y otros dos proyectos “muy novedosos”.
Cartuja Qanat es el nombre del proyecto en la isla de la Cartuja –donde ya en 1992 se aplicaron soluciones pioneras en cuanto a reducción de temperatura callejera- para refrigerar espacios públicos, ha explicado Cabello y ha señalado que, igualmente, en la ampliación del tranvía hasta la estación de Santa Justa se utilizarán estos criterios.
Sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS)
Además, se combinan los sistemas urbanos de drenaje sostenible (SUDS), con pozos, más de 4.000 metros de pavimento drenante, jardines, recarga de acuíferos para riego, aumento de zonas arbóreas que repercuten en el bienestar del usuario, así como pavimento catalíticos para descontaminar el aire, y reducir el nivel de ruido.
En relación a la innovación de materiales, Cabello ha explicado que Emasesa ha desarrollado tuberías de saneamiento de hormigón armado rellenas de poliuterano, que alarga el tiempo de uso a un siglo.
“En suma, una actuación integral, agrupa multitud de soluciones, replicables en otras ciudades y zonas de Sevilla, y que permita a los vecinos disfrutar de la calle”, ha explicado el técnico de Emasesa, quien ha recordado que los ciudadanos pueden “poner su granito de arena” reduciendo el consumo de agua, “porque el agua está garantizada para un periodo pero hay que adoptar medidas individuales”.
El agua como protagonista
El jefe de servicio de la Agencia de la Energía y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Sevilla, César Gallardo, ha valorado el proyecto LIFE Watercool, pues “el agua vuelve a jugar un papel muy importante en Sevilla, donde la medida estrella de adaptación ha sido el arbolado, pero este proyecto da un paso adelante”.
Gallardo ha explicado que Sevilla tiene un 20 % de cobertura arbórea, un nivel aceptado en la ratio de la OMS, pero el 40 % de especies están amenazadas por los efectos del cambio climático. Por ello, “tenemos que ir a medidas complementarias al arbolado, porque no va a cubrir todos los ámbitos de la adaptación climática”.
Una de las acciones del LIFE Watercool es crear una estructura específica de encuentros para asegurar la participación de diversos grupos de interés relacionados con el objeto del proyecto. Para ello se han organizado cuatro foros. Tras el de hoy, se celebrarán dos más: Los servicios públicos en la renovación urbana (10 de marzo) y La economía verde en la renovación urbana (31 de marzo).
El proyecto LifeWatercool está cofinanciado por la Unión Europea, tiene una duración de 48 meses (2019 a 2023) y un presupuesto específico de 3.779.677. Además de la Empresa Metropolitana de Agua y Saneamiento de Sevilla, S.A. (Emasesa), participan la Universidad de Sevilla, el Ayuntamiento de Sevilla, la empresa de tecnología ALTEN y EFEverde de la Agencia EFE. EFE
Sobre LIFE18 CCA/ES/001122 de la UE
Concepto sistémico eficiente del agua para la adaptación al cambio climático en zonas urbanas.
Cofinanciado por la UE en el marco de la iniciativa Life y coordinado por Emasesa tiene por objeto: desarrollar y probar soluciones innovadoras para hacer frente a las altas temperaturas, tanto en exteriores como en interiores, y con escorrentía temporal de agua y situaciones de sequía en un entorno urbano sujeto al cambio climático.
Socios: Alten, AgenciaEFE (@efeverde), Ayuntamiento de Sevilla, Universidad de Sevilla
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