Área de demostración

La situación vivida con el virus COVID-19 ha producido que la calidad del aire interior sea evaluada y analizada. Los científicos recomiendan hacer uso de espacios al aire libre para todo tipo de actividades. Aun así, el espacio urbano es considerado un lugar hostil y perjudicial para los ciudadanos de grandes urbes al sur de Europa. El cambio climático es real y la ciudadanía se encuentra sufriendo uno de sus principales efectos adversos: la isla de calor urbana. Este fenómeno se produce en núcleos urbanos densos con un elevado número de habitantes. Es provocada por patrones urbanos insostenibles y resilientes como:

    • Presencia de elementos estructurales como pavimentos y edificios que absorben calor durante el día y lo liberan de una forma más lenta a lo largo de la noche.
    • Ausencia de zonas verdes y vegetación.
    • Contaminación atmosférica producida por el tráfico rodado e industrias.

La ciudad de Sevilla se caracteriza por tener una estación estival seca y calurosa. El proyecto Life Watercool tiene como objetivo hacer uso de tecnologías novedosas para mitigar los efectos de la isla de calor en el centro de esta ciudad, concretamente en la Avenida de la Cruz Roja. Para ello se han planteado dos soluciones adaptativas que ayudan a recuperar su habitabilidad.